Por Humberto Frontado
Arcaico tiempo
asido al interior
del aquel místico
reloj de blanca arena,
desesperado acumulaste
recia fuerza salobre
para romper en mil
la vidriosa escafandra
que te atrapaba.
Esparciste arremolinado,
en una época de poca prisa,
todo tu albino contenido
a lo largo de la escuálida
punta,
que esgrime imponente por
siempre
esa recóndita isla llamada
Coche.
Grano a grano
recubriste ese ápice
tupiéndolo, además
de furtivos mantos acuosos.
El Secreto de los
manantiales,
misteriosa información
descubierta por estoicos equinos;
que alcahuetes revelaron
a los áridos pobladores.
Esas furtivas pozas
fueron en remotos tiempos
afables y esperanzadores oasis
que sosegaron al sediento
cochense;
hoy sólo son recuerdos
que han quedado desvanecidos,
apisonados por la opulencia
de simétricas estructuras,
ataviadas con vegetativos implantes.
Punta blanca y su Secreto
aún permanecen impregnados
de esa fragancia salobre
que encarna el sentimiento
de lo que es el paso del
tiempo.
14-07-2024
Corrector de estilo: Elizabeth
Sánchez.
⏳ Gracias Humberto! El tiempo a veces parece una línea pero otras más bien un mecate. 😅
ResponderEliminarEl Secreto, el manantial del que nos contaba mamá y tía Juanita, pero que sació la sed del pueblo, pero la blanca tierra oculto. Gracias hermano tantos recuerdos.
ResponderEliminar