domingo, 31 de marzo de 2024

TÍTERE DE VOLUNTADES

 Por Humberto Frontado

 


      Pende de sensitivos hilos

que descienden de un cúmulo

de extrañas obstinaciones.

Es esclavo de la magnánima

pureza intelectual y moral

de las manos que signan su destino.

 

      Es dócil fruto de un amasijo

de designios que se han ido

construyendo en sí mismo.

 

      Es consciente de sus actos,

que son dominados por su inconsciente:

actos predestinados

en todas sus intenciones.

Sus pensamientos se baten

en el gran dilema

que representa su libre albedrío.

 

      Vive eternamente

a espaldas de sus

libertades y deseos.

 

      Es ajeno a lo que devendrá

de sus pensamientos,

en cualquier estado de tiempo y espacio.

 

     Aún actuando bajo la influencia

de esos mortíferos hilos,

que se enganchan como garfios

por todo su cuerpo,

se sacude, patalea

y al final comprende

que es parte del libreto

de la coreografía de su vida.

 

     Caído y desplomado,

como si los hilos

que lo atan se hubiesen desprendido,

implora libertad;

quiere valerse por sí mismo.

 

     Siente un hálito de vida

cuando ve sus lágrimas

bajar presurosas

la pendiente de sus mejillas;

ve en ellas cierta libertad

que lo inspira a ver

la senda de su furtivo fin. 

 

30-03-2024

 

Corrector de estilo: Elizabeth Sánchez.

 

domingo, 24 de marzo de 2024

MI FLUX MATERIALISTA

Por Humberto Frontado

 


     Mi flux es de casimir inglés,

es azul marino todo completo;

no tiene mucha pinta

pero tiene apariencia

de alto costo.

 

     Adquirido de un sastre a la medida,

cumple con el primer precepto materialista:

es de la mejor marca,

así no sea de mucha utilidad.

 

     Traje cosido en lo que poseo

y lo que simulo,

se mueve con pasos

hacia la obsesión

al dinero y propiedad.

 

      Hecho con hilo

de una madeja social

que zurce a los más aptos;

a los especímenes sobresalientes

de rígido ego altanero

capaces de todo.

 

      Flux que es carta cabal

para dar rienda suelta

a los antojos más raros,

salidos del más excéntrico ego.

 

      Ocupando el centro del gran salón

deslumbro en apariencias,

todos me quieren imitar;

quieren impregnarse de mí.

 

      Investido en apariencia

voy valorando

a los que me rodean

según sus posesiones:

que tengan similar flux

u otro con más pinta.

 

     Este traje tiene

un magnetismo raro,

atrae gente con trajes parecidos,

gente con voraz apetito

de tener cada vez más.

 

     Envuelto en este bendito traje,

me convenzo cada vez más

que lo que tengo

depende tan solo de mí mismo.

 

     Las telas se dividen

para los enflusados y los fracasados,

no hay término medio.

Si no tienes flux

no vas al baile.

 

      Invitado a la fiesta

bailo al paso del resto

de los enflusados,

al ritmo que nos impone

la dinámica del fiero consumismo.

 

     Ya viejo abro el armario con pesar,

veo mi preciado flux

guindado en un gancho

todo arrugado y descosido.

Me deprime que no

me haya alcanzado la vida

tan sólo para saber

qué es lo que quiero.

 

24-03-2024

 

Corrector de estilo: Elizabeth Sánchez.

domingo, 17 de marzo de 2024

RECORDANDO MI IDÍLICO AMOR

Por Humberto Frontado

 


Una risueña mañana, la bella Cucarachita Martínez limpiaba el zaguán de su pequeña casa, muy ajena a lo que el destino le tenía deparado.

Sorpresivamente, el destello de algo desconocido entre unas botijas de agua atrajo su atención: era un mediecito de plata.

Como un resorte la bella damisela se movió abruptamente y recogió la moneda, guardándola en el bolsillo de su delantal.

Siguió pausada en su labor sin dejar de tocar intermitente la moneda en su bolsillo, mientras pasaba por su mente pensamientos de qué hacer con tanta plata, ¿qué comprar?

Pensó en adquirir una nueva casa más grande, un carro último modelo, salir de viaje por todo el mundo. Hasta que ya, por último, entre tantas opciones, decidió comprarse un bello vestido rojo.

Ataviada de rojo carmín sus amigas envidiaban su gusto por tan bello traje. La despampanante dama despertó, así mismo, el empeño de pretensión de todos los animales de la comarca.

Uno a uno le prometió ofrendas y matrimonio a la millonaria vedette, pero ninguno caló en su capcioso gusto; el recio toro, el orejón perro y otros tantos más.

Todos fueron rechazados hasta que llegó mi turno; no tenía nada que ofrecer más que mi gran y sincero amor. Esto fue la clave para que mi querida Cucarachita me aceptara.

Nos casamos y vivimos felices por muchos años.

Un fatídico día la Cucarachita me estaba preparando un sancocho y salió a la tienda a comprar comino. Me había encargado de cuidar el hervido, advirtiéndome que no lo sopeteara.

Lamentablemente hice caso omiso a sus instrucciones. Traté de agarrar un pedazo de cebolla que apetecida flotaba en la olla. Alargué el brazo lo más que pude y cuando la tuve, trastabillé sobre la cocina y fui a caer dentro del ardiente recipiente.

Al llegar la Cucarachita a la casa me buscó por todas partes, miró hacia la cocina y vió algo que se movía dentro de la cacerola. Un grito de desesperación se oyó por todo el lugar.

Los animales que estaban en la cercanía corrieron raudos y lograron sacarme de la candente cazuela, con pedazos de verduras pegados por todo el cuerpo. Me llevaron al hospital donde estuve por mucho tiempo en recuperación.

Hoy todo remendado y emparchado agradezco a mi amada Cucarachita Martínez por todos su amor y cuidados para conmigo.

Esperando tener muchos años más de vida para continuar con mi comprometido legado de dejar algunas monedas debajo de la almohada de los niños, cuando se le ha caído un diente de leche y…colorín colorao este cuento se ha acabao.

 

Basado en el cuento venezolano de la cucarachita Martínez y el ratón Pérez de Antonio Arráiz.

 

17-03-2024

 

Corrector de estilo: Elizabeth Sánchez.

 

 

 

 

 

domingo, 10 de marzo de 2024

SABIDURÍA BORGIANA

Por Humberto Frontado


 

     La tenue luz de la farola

es suficiente

para develar

tus profundos

y acertados pensamientos,

impregnados

de vigencia infinita.

 

      Pudiste dar la paz

que nunca tuviste,

la felicidad

que nunca te acompañó;

el miedo

que fue tu sombra,

la sabiduría

a la que fuiste ajeno.

 

      Viviste un misterio,

viviste tu vida;

cualquier vida

en un solo y fugaz momento,

apenas suficiente

para saber quién eras.

 

      Eres libro de arena

sin orden correlativo.

Con hojas que se desvanecen

una vez se leen.

Eres sublime redención

que nació de lo divino de tu ser.

 

     Eres ineludible relato

de un destino ya trazado

en arrabales, que incluyen

noches violentas

con sobresaltos de cuchillos.

 

     Salieron de ti

místicos relatos

que afanosos

buscaron suavizar

su tortuosidad metafórica;

de nada sirven

sí se debaten en perentorias

eternas posibilidades

y consecuencias.

 

      Para ti el olvido

puede estructurar realidades

con finitud determinada,

con casualidades infinitas:

pregúntale a Funes.

 

     Camino andado es tu poesía,

con sus partes

o versos intermedios

entre el principio y el fin;

donde se entrelazan

recuerdos olvidados

embadurnados de sutil belleza.

 

       Diste rienda suelta

al gaucho potro desbocado,

sin rumbo; galopando afanoso

por la filosa senda,

más allá de la turbia realidad.

 

10-03-2024

 

Corrector de estilo: Elizabeth Sánchez.

domingo, 3 de marzo de 2024

AÑEJO AMOR PLATANÓNICO

Por Humberto Frontado


 

     Que me queráis una migajita,

lo es todo para mí.

Pensar en vos

es escuchar

la bulla de los cosíos

a las doce en punto,

que lo es todo.

 

¡Qué molenga!

de reojo te vi en el mercado;

me fuñe estar cerca de ti,

las piernas me temblequean,

camino gangoreto,

dando tumbos idiáticos

que delatan lo babieco

que estoy por vos.

 

    Sabiendo que te place

te mandé una marusa

papuja de plátanos,

amarillos como el vestido

que te ataviaba

cuando te vi por primera vez

en el callejón de las verduras.

 

      ¡Vaipués!,  

casáte conmigo caifa,

de un sopetón.

Pongo pie´n paré

que te amaré

por siempre,

hasta que Mandinga

nos separe.

 

     Eres para mi

dulce panela de plátano,

bellaco te deglutaría

de un solo bocao,

en un mismo

apasionado langañazo.

 

     ¿Qué guarandinga

me habéis echado mujer?

Tengo los ojos con angurria;

sin pestañar por un rato entero

te evoco seito en silencio,

supiritando la lontananza

de mis sueños.

 

      No pensarte

es la muerte´n coco para mí;

me ahogo en una llorantina,

una güeveta

me enconcha por días.

Despejarme de ti

me hace macuare.

 

     El marullo

trae a mi estancia tu aroma;

salto de mi flojera,

cojo el cuatro,

trato de cantarte,

y la voz no me sale del gañote.

 

     Cada mañana

me persigno en tu rostro,

sos más bella

que la misma Chinita;

te enmarco en el dorado sol,

su calidez mañanera

azoléa tu negra cabellera.

 

     Camino atolondrado,

al ventistate como un zafio,

buscando desesperado

tu atención;

¡vai! quereme,

así sea una burusita

que se arregera

al amor que te doy.

 

¡Malayo!

mi amor por ti.

Has hecho un hoyascon

en mi corazón;

paso el día casquirrioso,

despaturrado,

pensando solo en tu desamor.

 

     Como un papel

todo engarruñado

ruedo a la deriva del viento

por todo el enlosao;

desflecao he caido en la insiforia,

curtío en la mabita

y más saláo que un pitizalé.

 

02-03-2024

 

Corrector de estilo: Elizabeth Sánchez

Resumen de la ultima entrega

MAMA MÍA TODAS

Por Humberto Frontado         M ama mía todas, en secreto compartías nuestra mala crianza y consentimiento; cada uno se creía el m...