Por Humberto Frontado
Mama mía todas,
en secreto compartías
nuestra mala crianza y
consentimiento;
cada uno se creía el más
querido.
Evitaba malos entendidos
repitiendo como cotorra:
“a todos los quiero por
igual”.
Mama mía todas,
con manos cálidas cura todo
quitabas un impertinente dolor
de oído.
Con manos frías alcoholadas
nos quitabas las molestias
de barriga y cabeza.
Mama mía todas,
el umbilical de amor
perdurará por siempre para
todos.
Es un canal de comunicación
perpetuo,
abierto a toda hora
para emocionales consultas.
Allí estará atenta para dar
la mejor solución.
Mama mía todas,
apaciguaste malos sueños y
pesadillas;
con tu paciencia
te introducías en ellos
con gallarda valentía
para vencer villanos
y titánicos monstruos.
Mama mía todas,
en nuestras niñez adaptaste
papeles salvadores;
fuiste Ada Madrina
con barita mágica y todo,
nos calmaste y complaciste
con jurados secretos.
Mama mía todas,
perdonen esas
nuestras dolencias fingidas de
todo tipo
que te hicieron desvelar;
ellas llevaban el propósito
sano
de sentir tu presencia,
tu calidez;
ese tu amor inmenso
que calmaban incluso los dolores
del alma,
que aún siguen allí
esperando tu oportuna cura.
Mama mía todas,
psicólogas cum laude,
graduadas en la Uni de la
vida,
contrapuestas a las nuevas
tendencias
de corrientes modernas.
Con eslogan propio:
“un cotizazo a tiempo cura más
rápido
que unas pastillas de
Prozac”.
Mama mía todas,
expertas en administración
del hogar.
Vestían a toda la tropa
rotando la ropa ente los
soldados,
alejando diferencia y malentendidos.
Todos eran cortados por la
misma tijera.
Pendientes de la herencia de
relevo
del mayor pasaba al menor,
que se viera como un ascenso
en la patrulla.
Mama mía todas,
con sus jocosos y nutridos
cuentos,
cachos, historias, etc,
que mantenían acelerados
nuestros pensamientos.
Mama mía todas,
con sus místicas creencias
de agradecimiento permanente
sobre todo, en lo que se lograba;
un automático “gracias a
dios”
o un “si dios quiere”
para un simple “hasta luego”
o un “hasta mañana”.
12-05-2024
Corrector de estilo:
Elizabeth Sánchez
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