domingo, 29 de enero de 2023

EL AMOR Y OTRAS NIMIEDADES (I)

Por Humberto Frontado



-       ¡Qué sabes tu del amor si nunca has amado! -

le dijo el ogro al hijo,

reprochándole su inopinada relación.

-       ¡Hasta razón tendrás padre mío! - le contesta -

si es que ni a mi madre, ni a mi

nunca nos has enseñado.

 

      El amor en su contundente papel de ciego,

agarra diestro el garrote,

golpea insensible al más incauto;

sin compasión actúa y agrede,

siempre buscará que aflore

la desesperación y el dolor

en cualquier alma esperanzada.

 

     No es en vano que sea cupido

quien con sus afiladas flechas

represente al irascible amor.

También es el artífice del desencanto,

en su proceder no sabe a quién apunta;

sus ojos lo cubren una espesa venda

que ciega su mito.

 

      Las espinas del hermoso rosal

hirieron al amor que en él nacía,

sus ojos atravesados de obsesión

dejaron de ver la inmanente luz

de la anhelada pasión.

 

     El amor puro de un niño

se ha de transformar incontinenti,

en un ente obsesivo;

hiere y se hace morboso,

busca trascender,

convertirse en una cosa

que ni siquiera sabemos que es.

 

      Mucho son lo que buscan redimirse del amor,

han estado cautivos, pagando alto precio

a la diosa Afrodita, Qadesh, Venus, Ixchel, etc.

 

      El amor es un viejo y agrietado cántaro,

que puesto en el arenoso suelo

se vacía mansamente,

escurriendo aguas de esperanza,

pasión y sexo.

 

      El obsesivo amor

se tiñe de un rojo sangre;

vaciará sus odres de colera

sobre los hombres

disminuidos en nada.

 

    El protagónico dúo del Genesis

se avasalla ante la serpiente;

sinuosa simboliza al pecaminoso amor,

revela sus colmillos ponzoñosos,

advirtiendo muerte al que aspira

la penetrante luz de la pasión.

 

      Desde otrora el hombre

se ha concentrado en conceder

todo su amor a su omnipotente dios,

y ha dejado solo migajas

para prodigar entre nosotros.

 

     Alinear amor, comprensión,

respeto y compromiso

significa: “morir en el intento”.

 

29-01-2023

domingo, 22 de enero de 2023

LA INOCENCIA DEL RONQUIDO

Por Humberto Frontado



I

He de velar tu sueño

y escuchar tu sutil ronquido,

le susurraba casi dormido

el interesado y loco amante,

creyéndose era absoluto dueño

de esa máquina hacedora de ruidos,

que a cualquiera le frunce los sentidos

con gran amplificación y parlante.

 

II

Dicen que los cándidos ronquidos

son cosas de gente gastada y vieja,

y que siempre de dolores se queja,

por eso precisan tiempo para dormir;

en ese reposo forjan miles de ruidos,

mezclan peos, pujos y algo de tos

como si buscaran aclarar su voz

para entonar su ansiado redimir.

 

 

III

Pueden los carros roncar sus motores

así pasen un poco de aceite,

para un pana sería un deleite

roncar parejo y levantarse una jeva,

así en el intento sucumba en dolores

en la barriga y parte baja,

esconder su cabeza en una caja

y dejar al descubierto su árbol de leva.

 

IV

Un león es todo seriedad y ronquido,

ruge cuando está en asecho

viendo que su almuerzo está hecho;

ruge cuando acosa su pareja

porque se impone cual marido;

rompe en la noche el silencio a pedazos

ya inerme lo han de atar sutiles lazos,

cuando al lado de su dama se deja.

 

V

No son los mismos ronquidos:

los de una suegra desalmada

y los de su apetecida hija amada,

estos parecen suspiro de bella hada

música que adormece los sentidos;

la vieja en las noches retumba la casa

le han querido tapar la nariz con masa

o cubrir su cara con la almohada.

 

VI

Quien anda con limpia conciencia

su sueño lo tendrá ligero

y dormirá la noche por entero.

¡Ay de aquel! que, por el contrario,

ha vivido una vida en turbulencia

pues solo pesadilla tendrá

y sus fuertes ronquidos lo delatará,

exponiendo juicios como abierto armario.

 

VII

Será un músico connotado

aquel que ronque en cualquier tono,

del Do al Si ha de brincar cual mono

y sin batuta dirigirá su obertura;

será el turno por él jamás soñado

y todo con afinados instrumentos,

unos de gruesa cuerda y otros de vientos

bramando en la alcoba, ungidos en una aventura.

 

VIII

Ya los ronquidos han variado sus tonos,

con esto de los géneros de moda,

las parejas se acoplan y el catre los acomoda.

Se escuchan jipéos, lamentos o quejidos

con aletargadas cacofonías de abandonos,

hartos los vecinos nerviosos

al novecientos once llaman ansiosos,

pensando que alguien de esta vida se ha ido.

 

21-01-2023

domingo, 15 de enero de 2023

LA FLEMA DE LA FLAMA


Por Humberto Frontado

 


           De lo más alto, bajo escurriéndome tenue, lánguido y sigiloso, paso por toda cavidad o hendidura sinusoide hasta quedarme en un extasiado reposo.

 

          Busco salir de mil y una manera de donde me encuentre, goteando corrido y hasta convertirme en un magnánimo torrente.

 

            Me han dicho que soy la flama de un héroe anónimo prodigioso, por tan solo actuar como una barrera y también por pegajoso.

 

            Mi presencia cíclica y permanente muchas veces les abruma, ha de ser por mi aspecto viscoso que en ocasiones se hace espuma.

 

           Por eso ante mi timidez he sido y seguiré siendo la flama, de aquel que entre sus dedos me tuvo antes de llegar a la fama.

 

           Puedo ser sedoso, maleable y llegar a ser algo apelmazado, pero tenebroso y mortal para aquel que de mí no se ha cuidado.

 

             Soy agua clara y salobre que en apacibles olas llegó al remanso, a las planicies del tiempo que solidifican y maduran mi descanso.

 

              Molesto me he manifestado en un abrupto asedio a tu aliento de vida, hasta hacerte desvanecer y llevarte casi al umbral en un ahogo de ida.

 

              Achis... Achis... es la carta de mi singular presencia y mi aviso inesperado, es la onomatopéyica expresión que alerta a quien me respeta y por años me ha considerado.

 

            Aunque el tabú ha enmarañado mi alocada y continua existencia, sabemos que entre tú y yo nos debemos respeto, consideración y muy secreta reverencia.

 

              Han de llegar a tu mente párvulos recuerdos de mí compinche estela, ya madurado y en relieve debajo del pupitre de tu añorada escuela.

 

             Te he visto meditabundo escabullirte en tu intimidad misteriosa, y tu confidente dedo buscarme apetecido hurgando en tu respingada fosa.

 

            Con el remoquete de moco me nombran en los bajos y profundos fondos, como incomoda flema los que tienen alcurnia y me tratan de otros modos.

 

              Un aerosoleado estornudo es la vía más desembarazada para compartirme, llego a todos en un santiamén; los unto a unos más que otros para luego irme.

 

             Soy hilillo salobre que ha de escurrirse y de tu llanto brota, he de escarpar lento la eme sinuosa de tu labio y descender plácido en tu boca.

 

             Soy mucosidad que se estira, encoge y hasta se hace vejiga, a veces exploto, cubro tu boca y puedo llegar hasta tu barriga.

 

             Entre tus pequeños y frágiles dedos por rato me mantuviste gozoso, ahora te apenas, te abochorna y me sacudes porque ya eres menos mozo.

 

            Emperadores, Reyes, Papas y Magnos Conquistadores de este mundo, antes de ser lo fueron confiaron secretos en mi como todo un segundo.

 

            No me perdono que, por culpa de mi inoportuna e incómoda presencia, muchos de ustedes dejan de hacer lo que tienen que hacer y se convierten en improcedente ausencia.

 

15-01-2023

domingo, 8 de enero de 2023

CONFIDENCIAS DE UN SEMÁFORO

Por Humberto Frontado

 

El estilo cáustico e impositivo en mi actuar me hace impertinente, desconsiderado y de decisiones inconmovibles.
 
En un elevado mástil me mantengo cual vigía y guía, custodio de vuestro actuar.
 
Creí inconsciente que mi metálica rigidez soportaría las miradas acuchillantes que día a día me irían lanzando ese cúmulo de seres presurosos de tiempo.
 
La carga emocional trasferida a mí ha sido descomunal y sin precedente.
 
Sin inmutarme presencié accidentes brotados de la nada, muchos de ellos tiñeron de rojo mi cuerpo.
 
Hizo mucho daño en mí el hecho de creer que tenía el derecho absoluto de decidir por ustedes moralmente.
 
El peso de la responsabilidad doblegó mi espíritu y me hizo consumir en una larga agonía.
 
Parado en la esquina con el ceño fruncido me encuentro insensible y sin poder transmitir señal alguna sumido en el más profundo sopor.
 
Minutos antes de morir emití un concierto de luces en todos sus matices que luego ocultó un humo negro color de delirio perpetuo.
 
Unos esperan confundido otros aprovechan sin misericordia la confusión para pasar primero la agitada esquina, los apoya el antagonismo innato.
 
Me han crucificado por las cuatro esquinas de mi costillar de albores.
 
Mis luces emitieron un último destello fulgurante por las continuas interrupciones del flujo sanguinoeléctrico.
 
Se cortocircuitaron mis cableadas vísceras, un cáncer terminal ha sulfatado mi artilugiada existencia.
 
Mi desalmada vida ahora deambula entre cuatro esquinas hasta el infinito, viendo tristes fantasmas flotar en el abismo existencial.
 
Muero en paz y no me sentiré culpable de aquel que desobedeció mi imperioso señalamiento.
 
En mi cuerpo hay visibles cicatrices, desgarramiento de piel producido por quienes vieron en mi omnipotencia inmerecida.
 
Los que desoyeron mis mandatos corrieron con las consecuencias.
 
Me arropa la Crisis de quien me impuso, soy inservible, ahora sin mi guía la desgracia y el vacío rondará mis pies en las cuatro esquinas.
 

Algún día me resucitaran.

 

08-01-2023

 

domingo, 1 de enero de 2023

CONFESIONES DEL VIEJO AÑO 2022

 Por Humberto Frontado


            ¡Vergación!... así diría el maracucho para referirse a lo rápido que pasaron los días que me han conformado. El oriental exclamaría… ¡coño no he tenido tiempo ni pá resollar!... ¡Se fue en un santiamén!... diría el caraqueño. En verdad esa ha sido la sensación que dejé en todo el mundo; los días pasaron más rápido que violentamente. Hay algunos expertos en dar explicaciones irrefutables porque el tiempo ha pasado tan rápido, en internet lo pueden encontrar. Yo simplemente sé que pasaron trescientos sesenta y cinco días, porque no fui año
bisiesto y cada día tuvo veinticuatro horas ni más ni menos; fue tiempo suficiente para que sucedieran cosas sorprendentes y otras no tan.

            Nací desde el primer día con la pata metida en una pandemia que aún continúa vivita y coleando después de haber impuesto un régimen de vacunas, refuerzos y refuerzos de refuerzos, y que para mermar las variantes que irán apareciendo. Aunque no se le ve fin al Covid-19, por lo menos ha amainado su desgracia. El virus ha compartido su protagonismo con otros temores ya más viejos heredados de mis hermanos anteriores (2021 y 2020); por ejemplo, los que han reaparecido producto del cambio climático. El paso de las tormentas tropicales ha dejado zonas devastadas. A estas zonas de desastre no se les ve esperanza de recuperación, ya que nos abate el miedo permanente de no tener el respaldo de las instituciones que han sido secuestradas desde hace dos décadas por un grupo social de absoluta exclusión.

            El conflicto Rusia vs Ucrania agravó el panorama mundial, eso nos conmovió emocionalmente unos días al ver las noticias vía WhatsApp, Instagram y todas las redes disponibles; sin embargo, estamos tan entretenidos con nuestros problemas que los de afuera no nos hace mella.

            El trauma de la crisis sanitara continúa apuntalada o más bien disfrazada por la pandemia, abonando también el terreno político y la economía del miedo que se mueve al son que le toquen los chimbangleros del gobierno, quienes desechan el sistema internacional de derechos humanos. La economía todavía estancada, dando superfluos destellos de crecimiento, que únicamente ven los bolsillos de los acoplados con el gobierno; la inflación se engulle cualquier ápice de crecimiento. El único incremento que sí resulta ser cierto es el de la violencia contra la mujer, los feminicidios, abusos contra niños y suicidios. El Crecimiento de la pobreza y el desplazamiento de la población hacia otros países por una cantaleta de acciones amparadas por la corrupción policial y política. El problema de la gasolina aún sin resolver; las colas en las estaciones de servicio han regresado absurdamente, administradas o manejadas por funcionarios militares

           En los hospitales, escuelas, barrios reina la incertidumbre y la desesperanza.  Yo sinceramente quería pasar con beneplácito el testigo a mi nuevo hermano 2023, pensando se iban a arreglar algunas cosas; pero que va, quedé en rojo. Menos mal que en diciembre se efectuó el mundial de futbol de Catar y como algo Messiánico sirvió para distraernos un rato de la crisis que vivimos. Así que lo mejor que puedo hacer es pasar desapercibido, agarrar mi maleta e irme calladito “pá la verga”, como diría también el maracucho... de todas formas les deseo un cordial y feliz año nuevo 2023.

 

31-12-2022

 

Corrector de estilo: Elizabeth Sánchez.

 

Resumen de la ultima entrega

MAMA MÍA TODAS

Por Humberto Frontado         M ama mía todas, en secreto compartías nuestra mala crianza y consentimiento; cada uno se creía el m...