domingo, 22 de enero de 2023

LA INOCENCIA DEL RONQUIDO

Por Humberto Frontado



I

He de velar tu sueño

y escuchar tu sutil ronquido,

le susurraba casi dormido

el interesado y loco amante,

creyéndose era absoluto dueño

de esa máquina hacedora de ruidos,

que a cualquiera le frunce los sentidos

con gran amplificación y parlante.

 

II

Dicen que los cándidos ronquidos

son cosas de gente gastada y vieja,

y que siempre de dolores se queja,

por eso precisan tiempo para dormir;

en ese reposo forjan miles de ruidos,

mezclan peos, pujos y algo de tos

como si buscaran aclarar su voz

para entonar su ansiado redimir.

 

 

III

Pueden los carros roncar sus motores

así pasen un poco de aceite,

para un pana sería un deleite

roncar parejo y levantarse una jeva,

así en el intento sucumba en dolores

en la barriga y parte baja,

esconder su cabeza en una caja

y dejar al descubierto su árbol de leva.

 

IV

Un león es todo seriedad y ronquido,

ruge cuando está en asecho

viendo que su almuerzo está hecho;

ruge cuando acosa su pareja

porque se impone cual marido;

rompe en la noche el silencio a pedazos

ya inerme lo han de atar sutiles lazos,

cuando al lado de su dama se deja.

 

V

No son los mismos ronquidos:

los de una suegra desalmada

y los de su apetecida hija amada,

estos parecen suspiro de bella hada

música que adormece los sentidos;

la vieja en las noches retumba la casa

le han querido tapar la nariz con masa

o cubrir su cara con la almohada.

 

VI

Quien anda con limpia conciencia

su sueño lo tendrá ligero

y dormirá la noche por entero.

¡Ay de aquel! que, por el contrario,

ha vivido una vida en turbulencia

pues solo pesadilla tendrá

y sus fuertes ronquidos lo delatará,

exponiendo juicios como abierto armario.

 

VII

Será un músico connotado

aquel que ronque en cualquier tono,

del Do al Si ha de brincar cual mono

y sin batuta dirigirá su obertura;

será el turno por él jamás soñado

y todo con afinados instrumentos,

unos de gruesa cuerda y otros de vientos

bramando en la alcoba, ungidos en una aventura.

 

VIII

Ya los ronquidos han variado sus tonos,

con esto de los géneros de moda,

las parejas se acoplan y el catre los acomoda.

Se escuchan jipéos, lamentos o quejidos

con aletargadas cacofonías de abandonos,

hartos los vecinos nerviosos

al novecientos once llaman ansiosos,

pensando que alguien de esta vida se ha ido.

 

21-01-2023

1 comentario:

Resumen de la ultima entrega

MUSA ANFIBIA

Por Humberto Frontado        Busca atravesar los prolongados esquicios de la noche, donde los destellos de la incipiente luna llena ...