domingo, 27 de octubre de 2024

AVE FÉNIX

Por Humberto Frontado


 

     Siempre escondida,

agazapada para dar el zarpazo mortífero;

allí estará la odiosa adversidad,

no tiene compasión de nadie,

ni siquiera respeta los impertinentes estatus.

 

      Aun estando condenado al libre albedrío,

has de sucumbir al absurdo sufrimiento y la desdicha;

te harás adicto al padecer.

 

     Desde tu nacimiento,

al más mínimo atisbo de razón

has de quedar atado a mi pata;

soy dócil pero perspicaz,

soy, dicen, mitológica ave.

 

     No sabes hasta cuándo o cuánto

has de soportar el martirio,

te expondrás a él

a su fuego desintegrador.

 

      Heredada fortaleza aparecerá de la nada,

sin explicación. Suple sapiensa,

nuevos alcances y crecimiento

para que enfrentes tu destino.

 

     Bastará que salgas de un percance

para luego afrontar otro.

Te harás más fuerte,

tendrás más confianza para lo que venga.

 

     Arroparte con mi candente plumaje

te despejará de viles traumas;

equivaldrá a una entrañable pastilla,

unas gotas,

un ardoroso ungüento

que te harán calcinar hasta un nuevo resurgir.

 

     Con el caparazón curtido y endurecido

por las desgracias enfrentadas

te harás digno representante

de mí, arcaica Ave Fénix;

mal llamada ahora resiliencia.

 

26-10-24

 

Corrector de estilo: Elizabeth Sánchez.

domingo, 20 de octubre de 2024

NOVICIA SALINA

Por Humberto Frontado

 


       Lan… lan… lan… se escuchaba,

era un áspero sonido de ascendencia suiza

por su exagerada precisión;

venía gimoteando apresurado

desde los pueblos de más abajo,

cimbrando las delgadas paredes de bajareque

de las casas que encontraba a su paso.

Era la alerta del sincrónico pastoreo

para tomar el imaginario tren laboral.

 

       El joven capitán cual flautista de Hamelím,

con su vieja pala sonora y una oxidada cabilla

guiaba el recorrido de una ficticia nave

que se dirigía hacia la salina de la Isla de Coche;

sitio de trabajo, de vida e intercambio,

de sueños compartidos.

 

     Juanita, una niña de apenas doce primaveras,

soñolienta y restregándose los ojos

se apuró a tomar su pocillo de guarapo

mientras su madre agarrándola por la mano

la inserta al arroyo de gente que caminaba apresurada.

Era su primer día de aquel inacabable trabajo.

 

     Aferrada a la yunta de su madre,

la joven comenzó su jornada

rompiendo incertidumbres y exageraciones;

ajustándose a las exigencias de los experimentados,

dejándose atraer por esa simetría sensual

de los blanquecinos cristales angulares.

 

     En poco tiempo se deslizó

por cada una de las fragosas actividades

hasta estacionarse como llenadora de sacos de sal.

Bastaron veinte primaveras

para encallecer sus manos y espíritu,

para endurecer su carácter y su piel.

 

     Lágrimas cansadas y salitrosas

reflejan el agotado sol untado de ocaso,

se desplazan surcando las agrietadas mejillas

cinceladas por el seco viento y la sal.

 

     De aquel emporio solo subsiste

un estoico edificio azul blanquecino

que se niega a morir

y un añejo pillote de sal

carcomido por la intemperie.

Ellos fueron testigos

de una gran convulsión familiar

que labró en aquella agraciada extensión salina.

Cíclicamente se reunían cada vez que había cuajo

que proveyera un excelso parto salino.

 

“A la memoria de Juana Malavé Pacheco”.

 

20-10-2024

 

Corrector de estilo: Elizabeth Sánchez.

domingo, 13 de octubre de 2024

MI NADA

Por Humberto Frontado


 

     Pienso en ti cuando quiero

refugiarme en el vacío

de la ausencia total,

genuino silencio del juicio.

 

     Tengo miedo de retornar,

después de tu necesario encuentro

y encontrarme con mucha más nada.

 

     Azorado trepo asido por las greñas

del irrespetuoso paroxismo de mi furor,

cada vez que rondo

la nada perpetua y oscura.

 

     Eres necesidad obligada

cuando te poseo y te hago mía.

Me sumerjo en el

realismo mágico que te enmantilla.

 

     Tus detractores han de verte

guarecida en un náufrago bote,

que pende de una brújula sin norte;

sin orientación de razón

flotando en el agitado mar del sin sentido.

 

     Revoloteas

una inferencia escueta e inmediata sobre mí,

desconfías cuando estoy en ti,

con menoscabo y sin porqués.

 

     Absorto en ti enfrento imprevistos

que trastornan el curso de mis secuenciales

pasos hacia la razón.

 

     El afilado borde

de esa regia estaca de abducción

que te atraviesa de lado a lado

te hace perecer en mí.

 

     Eres la nada

que albergas todas mis posibilidades,

mi esencia, mi identidad;

he de cubrirte con el manto de mi voz

hasta insuflarte sentido

y auténtica percepción.

 

     Apenas asomas tu sublime rostro,

te abordan neófitos incrédulos

con absurdas advertencias críticas

sobre tu relativa indeterminación;

tu pensada nada existencial.

 

12-10-2024

 

Corrector de estilo: Elizabeth Sánchez.

domingo, 6 de octubre de 2024

FANATISMO, FASE SUPERIOR DE LA ESTUPIDEZ

 Por Humberto Frontado

 


     Yo soy el credo

y defenderé a capa y espada lo que profeso,

así tenga que volverme más violento e irracional.

 

     Tengo claro por qué

los que están a mi alrededor me idolatran,

saben lo bien que los protegeré;

los contagiaré de intolerancia

a los diálogos lácteos.

 

     Esta en mí

el imponer por siempre mis creencias,

ya que en ellas está

la perpetua verdad absoluta.

 

      Me considero normal por mi arrogancia,

soy altanero, algo grosero;

lo que hace que disfrute

ese temperamento irritable

que me invade

cuando cuestionan mis propuestas.

 

      No me entienden,

cuando lo que busco

es mi felicidad y mi seguridad;

busco escapar de mi soledad.

Aun soy un animal con conciencia de ser humano.

 

      El que ose desnudarme y poseerme,

tendrá como recompensa sublime

ese afán frenético y delirante que me nutre;

con él cruzará la frontera de lo que me atrae,

se enfrentará con furia

a lo que resulte de la lógica y el entendimiento.

 

     Todo lo que me apasiona

lo llevo al extremo,

lo elevo al pedestal de la sinrazón y lo absurdo.

 

     Aunque no lo creas,

estoy en ti desde los albores evolutivos;

agazapado,

esperando el desmomento de la razón

que perenne ha de circunscribirte.

 

      Me ha fortificado siempre

la franca estupidez humana,

por eso tuve una aparición temprana

en su bagaje sapiente, conductual y afable.

 

     Mi excéntrica categoría

ha descendido de rancias sociedades

cultamente político-religiosas,

otras más veladas en la cientificidad

siempre atadas al grado de estupidez

emanado de sus maleables líderes.

 

      Hoy por hoy las sociedades están sumidas a mí,

las dirijo a placer desde mi endiosado trono

ataviado de gruesa capa bordada

con guindas de sandeces;

argumentando con defensa extrema e irracional

mis proyectos carentes de cualquier atisbo de cordura.

 

     Me muevo haciéndome notar

en una variedad de ambientes:

el religioso, el político

y donde se presume un paso más allá

como el espectáculo.

Me adentro siempre a mis anchas

en el sublime territorio

de la intolerancia y el prejuicio.

 

06-10-2024

 

Corrector de estilo: Elizabeth Sánchez.

Resumen de la ultima entrega

AVE FÉNIX

Por Humberto Frontado        S iempre escondida, agazapada para dar el zarpazo mortífero; allí estará la odiosa adversidad, no tie...