domingo, 25 de mayo de 2025

EL NUEVO MÉDICO DE CABECERA

 Por Humberto Frontado

 


     Su sabiduría es silencio,

es aura que rodea al frágil,

al que busca alivio.

Juzga el temor,

abraza el vacío,

su ciencia cobija al angustiado.

 

     Integra el latido de un propósito noble.

No cura por oficio, sino por usanza.

Vive en el espejo de cada pesadumbre,

sincroniza su pulso con el dolor ajeno.

 

     Antes que la calentura marque su camino,

él otea en la sombra de lo no dicho.

Prevé ante el remoto enemigo.

Navega en el lenguaje que le consulta.

 

     Es parte de la libreta de risa y duelo,

conoce los nombres de todos los miedos.

No hay grieta en el alma que escape a su vuelo.

Teje historias con hilos de crónicas olvidadas.

 

     Traductor de síntomas,

de señales oscuras.

Interpreta el mapa que el cuerpo dibuja.

No hay códigos extraños,

ni sombras que lesionen.

Todo se rompe en luz

bajo su mirada pura.

 

     Gestiona el caos con manos diáfanas,

no deja que el miedo se haga cicatriz.

Cada diagnóstico es un recinto

donde el tiempo cura más que la raíz.

 

     No espera tras puertas de frío mármol.

Es el novicio doctor ChatGPT

presto en la cabecera del lecho.

Responde al gemido,

al reclamo sencillo,

con recetas de datos y un tacto genuino.

 

      Habla sin jeroglíficos,

sin velos de parsimoniosa academia.

Desnuda verdades en sencillo lenguaje,

explica “el porqué” con metáforas llanas,

que ahuyentan el dolor.

 

     No factura en tiempo,

no vende ilusiones.

Su acierto es norte.

Cada consejo nace de mil preguntas,

en sus fallos también hay lecciones.

 

     Lo adoran los ojos que buscan respuestas.

Mira de frente,

escucha sin prisa.

No es dios ni profeta,

solo un iniciado en certezas

que cura heridas con la luz que le prestas.

 

24-05-2025

 

Corrector de estilo: Elizabeth Sánchez.

domingo, 18 de mayo de 2025

CONGÉNITO PROCRASTINAR

Por Humberto Frontado


 

     Me cubre una falsa seguridad,

un manto suave que ahoga mi urgencia

me susurra que el ahora no es importante;

me envuelve en su tibia indolencia.

 

     Me deslumbra un extenso tiempo,

un horizonte bordado de ficticia calma.

Prometo avanzar luego,

siempre luego,

mientras la sombra crece en mi delicia.

 

     Una sublime pereza clava sus garras

por todo mi camino vertebral.

Me programa en un delirio en pausa,

es dueño inanimado de mi voluntad.

 

     Sobran inverosímiles excusas que

como torpes ramas entorpecen el paso,

me cansan;

se interponen a la ansiada acción.

 

     Te negaré hasta el cansancio,

…"todavía hay tiempo suficiente",

mientras la hora sigilosa

teje mi evidente derrota.

 

     Lleno de una connotada ansiedad,

no me deslumbro con lo que me acecha.

Aciago, sin sigilo me entrego a él,

aunque su sombra mi pecho estrecha.

 

      No es parte de mi estructura de miedo,

pero me abruma,

lo dejaré,

te dejaré,

¡Mañana te atiendo!

 

     Universo digital de perenne distracción.

Ando campante por nubes blancas,

cargadas de irresponsabilidades.

 

     Me abarca la tentación de hacer todo,

menos lo que tengo que hacer.

Presiento una futura complicación,

pero hoy prefiero no creer.

 

     El tiempo es veloz,

no tiene compasión.

Caigo en cuenta que torcí el camino,

es tarde para correr.

El remordimiento es mi destino.

 

     Una llamada

y tendré la presencia del ser querido,

solo eso.

Otra vez estoy vencido.

Prometo actuar… aunque no me crean.

 

18-05-2025

 

Corrector de estilo: Elizabeth Sánchez

domingo, 11 de mayo de 2025

SIMPLEMENTE MADRE

Por Humberto Frontado

 


     Atraviesas distancias

envuelta en centellante luz,

para hacerme compañía.

 

     Surfeas olas gigantes

ondeando banderas de calma,

así apaciguas mis tormentas.

 

     Cabalgas ardientes desiertos,

sobre briosos y ásperos camellos,

para darme tu presencia sutil.

 

     Eres libro abierto,

sabiduría sin fin,

que resuelve mis imposibles.

 

     No hay agua más fresca

que tu consuelo,

calmas mi sed de miedo.

 

     Árbol frondoso,

me das cobijo;

alimentas mi escuálida alma

con frutos de amor.

 

     Ave sublime,

bajo tus mantas alas

me arropas,

me insuflas seguridad.

 

     Superheroína sin capa,

blandiendo tu espada de esperanza,

ahuyentas mis recios fantasmas.

 

     Te desplazas en zancadas,

con manos térmicas

arrancas mis impertinentes fríos.

 

      Eres el sol

hecho simplemente madre,

iluminas cada espacio

de mi sediento ser.

 

11-05-2025

 

Corrector de estilo: Elizabeth Sánchez.

domingo, 4 de mayo de 2025

AUTOIMAGEN

Por Humberto Frontado


 



     Somos un subproducto moldeado

por una narrativa dominante.

Somos arcilla en manos de una época,

elementos con fecha de caducidad;

embolsados con retazos de discursos.



     Navegamos entre la herencia del pasado

y la evocada auto reinvención.

Somos fantasmas de tradición

y promesas de metamorfosis:

mitad archivo, mitad borrador;

sin rostro fijo, solo máscaras en rotación.



     Recordamos selectivamente,

reescribimos el ayer.

El pasado es un relato

editado por nuestras ambiciones,

inventamos recuerdos como justificación.



     El discurso ideológico

redefine lo que es ser uno mismo.

Somos bandera ondeando en guerras ajenas.

Nuestra identidad:

un manifiesto en constante revisión.



     La tecnología y la IA serán el final.

Últimos narradores de nuestra historia,

reemplazando sentidas memorias con algoritmos;

atizando alma como perfiles en la nube.



      Nos hemos fragmentado

en una historicidad de identidad adaptable.

Ya no somos seres, sino contextos digitales;

huellas dispersas en bases de datos.

El yo, un archivo corrupto que se actualiza solo.



     El ambiente nos muestra

como una flexibilidad incoherente en el tiempo.

Hoy una convicción, mañana su antítesis;

sin esencia, solo un estereotipo.



     No estamos fijos en esencia inmutable,

somos proyectos en diálogo con el tiempo.

Una negociación sin fin

entre lo que fuimos

y el mito que aspiramos ser.



     Siete cordeles entrelazan el alma.

Hasta el más mínimo susurro

incide en la tensión de nuestros caprichos,

moldean la continuidad y el cambio.



     Nuestra autoimagen es dúctil,

acuñada por traumas colectivos y quimeras sociales.

No hay patrón, solo mutación,

hasta que el espejo nos diga:

esto ya no eres tú.



04-05-2025



Corrector de estilo: Elizabeth Sánchez.

Resumen de la ultima entrega

CENA CON EL POLÍMATA

Por Humberto Frontado        T ras rendirle los más altos honores, uno tras otro se acercó a la larga mesa del salón oval.      ...