Por Humberto Frontado
Hace unos días la profesora Esperanza,
jubilada del liceo Hermágoras Chávez de la ciudad de Cabimas, esperaba ansiosa reunirse
con su hijo Eduardo que acababa de llegar de Ecuador. La pensionada había sido catedrática
en lengua y literatura por más de veinte años. Vivía en el sector de Las
Cuarentas y había hecho planes con su hijo para reunirse este año; hacer los
preparativos para las hallacas y pasar juntos las fiestas navideñas.
El joven proveniente del paralelo cero
tiene más de dos años que migró hacia allá. Hoy en día trabaja como maestro en
una de las escuelas de las provincias. El visitante llegó a casa de su madre cargando
con los ingredientes para las multisápidas. Después de cortar los componentes
del guiso, hicieron un alto y tomaron unas cervezas. El joven contó a su madre algunas
anécdotas que había tenido en su nuevo país, referidas a las barreras culturales
encontradas en el hablar y algunas costumbres sobre todo las culinarias.
Después de escuchar un rato a su
hijo la veterana del lenguaje le dice.
- Eduardo sabes cuál ha sido la cosa más
graciosa con la que me he encontrado en estos casi treinta años de profesora…por
cierto lo he querido documentar y estoy tentada en escribirlo… algún día haré
un libro… Resulta que durante todos esos años en los salones de clase me
encontré con alumnos que exponían, planteaban o simplemente se expresaban sobre
algo en particular… muchas veces decían barbaridades… algunas de ellas sin
conocimiento… Eran expresiones aprendidas de alguien que la había dicho mal o quien
la escuchó la entendió o interpreto mal… a veces por falta de atención… Lo malo
de todo esto es que la palabra o frase se va repitiendo con errores, creyendo
usarla como un nuevo término que proporciona aires de sapiensa… el que la
escucha explota de asombro y también risa; te voy a enumerar varias que me vienen
a la mente:
ü Un estudiante tomó de su padre, un experimentado
maestro de obra en construcción, una expresión que denota aproximación sobre
una medida para usarla en el laboratorio de química, decía: tenemos que usar el reactivo en una porción "a
ojo de buen culero” en vez de “a ojo de buen cubero”.
ü Un joven contaba a otros sobre el
accidente que había tenido su familia, decía que su papá estuvo varias horas con
el cadáver de su tío esperando llegara el “médico florence” para hacer el levantamiento.
Su mamá estuvo a punto de darle un “Simposium” cuando supo lo ocurrido.
ü Escuché a varios jóvenes en las clases de
catecismo rezar el Credo diciendo: “Padeció bajo el poder de Poncio Piloto”… “Fue
crucificiado, muerto y sepultado” … “al tercer día resucitó dentro de los
muertos”… En el Padre Nuestro: “el pan nuestro de cada día ya no los doy... En
el Ave María "y Benito es el fruto de tu vientre Jesús” … “ruega por
nosotros pescadores”.
ü En navidad escuché a un muchacho decir a
otro refiriéndose al bono de utilidades que le había llegado a su papá: al viejo
le llegó una “vil coca” de billete en vez de “bicoca”.
ü En otra ocasión escuché hablar entre los
estudiantes sobre sus gustos en la comida. Uno dijo: los viernes en mi casa son
de pasta, a mí me gusta cuando están “ardiente”, en lugar de “al dente”.
ü Un joven contó en voz baja a su amigo que
su vecina ya mayor de edad le había llegado la "mesopotamia" y al gordo
de su marido “la imponencia”.
ü Con
relación a las variantes anglicistas, hubo una vez donde comentaron sobre los
artefactos que tenían en casa; uno dijo que recién habían comprado un aire
acondicionado tipo “esplín”...; otro habló, refiriéndose a la pandemia, lo negativo que habían sido las
clases “onlain”.
ü Me sorprendí cuando escuché esto: Como
dice mi papá siguiendo un viejo “soberbio chino”: una foto vale más que mil
palabras… Otro un poco molesto dijo: Este profesor “me saca del guiso“ con su
preguntadera.
ü Cantando una vieja gaita decía inspirado
un joven: “préstame un martillo y el hondo pesar que la esta asesinando”.
ü Entonando el himno nacional todo
emocionado un muchacho cantaba en la segunda estrofa: “gritemos con frío muera
la presión”
ü Te voy a dedicar una aprovechando tu estadía
en tu nuevo país. Alguien dijo una vez voy a cantar la canción de Chelique
Sanabria sobre El Ecuador: “El Ecuador mecido de este lamento hace que esté
presente en mi soñar”.
“Las
palabras tienen poder sobre las cosas que designan, sobre quien las dice e
incluso sobre quien las oye” (Algarabía. Hablemos de como hablamos. En la
palabra está el goce. pag. 35).
19-12-2022
Correctora
de estilo: Elizabeth Sánchez
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