Por Humberto Frontado
Has de buscar un idílico amor
de pasos dulces y sinceros,
como miel que fluye hacia el atajo
de dos almas unidas para un cielo eterno.
Serás felicidad perpetua,
risa en la brisa
en un jardín de instantes.
Serás puro aliento
donde el tiempo se pierde
en su propio soplo.
Has de buscar
la familia anhelada.
Serás el abrazo que ampara
en raíces profundas
que en el cielo se alianza.
Serás hogar que en el pecho
siempre se ha de mitigar.
Buscarás ingredientes perfectos
de sazón en la ilusión,
con una pizca de magia
y un toque de entusiasmo.
Serás la mezcla
que despertará el corazón.
Amistad querida con refugio y calor,
luz que iluminará con suave refulgencia
ese vínculo eterno de ser fiel y con honor.
Devoción emocional
que cubrirá como bálsamo la piel.
Serás palabras que curarán
con sabor a almíbar.
Serás consuelo del que llega
buscando jugar en el desdén.
Serás una estructura
incondicional,
sin muros ni mar;
una unión que trasciende
sin nada que exponer.
Serás abrazo infinito
que no se podrá olvidar.
Atado a la melancolía del pasado
serás parte de un recuerdo fugaz,
con sabor que perdura
y que nunca se va.
Serás eco de risas
que el tiempo guardará.
Sazón en todos los términos,
atado a un fuego lento y callado;
sueño que se cocina paciente y tierno.
Sabor que en el alma
quedará arraigado.
No querrás que
termine,
será eterno el sabor
de esta receta de sueños
arrequintada de amor;
un bocado de vida,
un verso a la pasión.
02-03-2025
Corrector de estilo: Elizabeth Sánchez.