Por Humberto Frontado
Naciste de un atardecer veraniego
donde cálidos buenos aires
se arremolinaron
y avivaron
tu apertura al cielo.
Brotaste
de un sueño Catalano;
te desplegaste parsimoniosa,
calibrada y metódica
hasta dejar tus pistilos
expuestos a polinizar
de quietud necesaria
a tu agitada ciudad.
El paso
del tiempo
marca la pauta de tu presencia,
irradias con tu azul metálico
tu desplazar silencioso,
surcando toda la verdumbre
de tus glamorosos jardines.
Posas
radiante
ante el acuoso espejo
que te circunda.
Tu fragor esparce
ese rojo que te baña internamente.
Los veranos
marabuntas
han golpeado tus pétalos sin piedad,
has quedado estática
llorando esa desdicha intermitente
que te acompaña.
Humana
peregrinación impresionada
ronda perenne tus predios
admirada por tu belleza,
por tu majestuosidad,
por tu aroma de constancia y presencia.
Eres oasis
que calma la sed de paz,
buscada ansiosa
por la apretujada muchedumbre
que espera
la próxima parada.
Todo aquel
que pasa
por tu presencia
viaja contigo agarrado
de tus jugosos pétalos,
revestidos de quietud
y singularidad.
17-12-2023
Corrector de estilo:
Elizabet Sánchez
Hermoso mensaje hermano
ResponderEliminar