Por Humberto Frontado
Sapiens
desde la aurora
supo buscar en ti
simples repuestas
sobre su devenir.
Eras su oráculo
hasta que ya arcaico
calzado de opacos espejuelos
le cuesta definir
mancebas verdades.
Por qué
adornarse
de complejos vocablos
para describirte,
si estás allí omnipresente
adornada de sutiles claros detalles.
Pareciera
que
no tiene valor
la pura descripción,
si no se usan adjetivos
absolutistas
que sólo te deslucen.
Los novicios
sabios
tratan de ensombrecer
la vigencia de los añejos,
reinventando
nuevas clarividencias.
Insultan
el esfuerzo
y la claridad con que
en antaño te definieron.
Hoy
ya no es importante saber,
sólo basta ser y tener,
almacenar datos;
vestirse en una apretada licra,
compleja malla de sutil litio.
Las
cosas cambian abruptamente
no por el paso del tiempo,
cambian por nuevas redefiniciones
que sabios modernos
establecen desde extrañas
perspectivas del marketing,
llamadas nuevas razones.
Inapetecible
y desfigurada Sofía,
siempre estarás allí
en eterno mutis;
aceptando lo que digan de ti.
Cualquiera te mancilla
diciendo pendejadas
envueltas en pulcra retórica.
Aferrarse a ti
ya no es objetivo de nadie.
10-12-2023
Corrector de estilo:
Elizabeth Sánchez
Te. Quiero hermano
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