Por Humberto Frontado
Ausente de premoniciones determinadas,
te estructuras en un
santiamén
y en un santiamén
te invaden
innecesarias preocupaciones,
que luego se hacen
realidades incomodas;
luego te limitaran
como la familia tal.
Se establecen engranajes
que dan velocidad
a la rueda destinataria,
se lubrica con
fluidos
de felicidad
con variantes en
cantidad.
Se desgajan retoños
al paso del paciente
tiempo
y natura decidirá serena
su cuantía.
Crecen
expectativas
Exponenciales, al son de los factores
de las cualidades y sus defectos;
algunas heredadas
y otras absorbidas
por costumbres incisivas.
Sin
esperarlo,
aparecen manchas
que enturbian el pasaje;
sin embargo, la paciencia
y lo sembrado
surtirán beneficios.
La
nave
lleva el rumbo tatuado,
trazado por los pasajeros;
de caer uno al agua,
lo salvará el código de honor:
“familia es familia”.
24-12-2023
Corrector de estilo:
Elizabeth Sánchez
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