Por Humberto Frontado
Otoño,
has de llegar puntual y rítmico,
sin acoso,
con la premura intención
de desnudar todo a tu paso.
Asomas en un gélido sollozo,
frío desmembrador.
Eres lluvia
de eclécticas gotas,
atestada de colores
impensables.
En tu lento andar
pincelas aureolas
multicolores.
Eres paleta de colores
que se nutre
al paso del frío viento.
A tu paso
han de quedar
tristes y esqueléticos
arboles desmembrados.
Estera multicolor
cubre y abona
el paciente arbolar.
Espera, espera que si llegará
cabalgando,
asido al gélido viento
que en un lamido
desgajas todo a tu paso.
Otoño penetrante
que ordeñas bosques y
parajes
gota a gota,
en una corpulenta acuarela.
Naturaleza inundada
de extensos colores,
que dan otoño
extravagante calidez y belleza.
Tiempo de maduración,
culminación del reflexionar
intuiciones venideras.
Tiempo en declives
de atardeceres,
de nítidos cielos.
Se abre el lúdico paréntesis
multicolor untados de melancólica.
Seca la savia
y en retirada
nutres los cimientos
de lo que vendrá.
Otoño transitorio,
muerte y renacimiento.
Otoño cielo,
extensa gama rojiza
reflejado en la piel
de la moribunda floresta.
03-09-2023
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