Por Humberto Frontado
Detrás del telón
hace un precalentamiento
vocal
y una corta meditación,
se atiborra de una rara esencia
que lo desquicia mentalmente;
está listo para el espectáculo.
Base condicionante:
el escenario tiene la
creencia ilusoria
de tener un libre albedrío,
que pelea con el desengaño
y desafía toda lógica.
Levanta su portentosa mano izquierda,
enfrenta a la cuantiosa
audiencia
que ilumina el recinto
con ojos desorbitados de
angustiosa espera.
El mago mete todas las
sonrisas
en su sombrero de copa
y las desaparece en un tris.
Su penetrante mirada irradia
todo:
experto en prestidigitación,
maestro de la manipulación
y el engaño inocente.
No pretende fulminar de un tajo
la relación de la autoestima
y la voluntad,
mucho menos el libre albedrío
de la boquiabierta audiencia;
eso llevará su debido tiempo
hipnótico.
Con su voz profunda y socarrona
narra eventos de dudosa base
histórica.
Accede sin preámbulos a una
realidad superior
con sus ademanes, habilidades
y talentos.
Desafiando percepciones y
creencias
se apodera de mentes
y actitudes carcomidas por
el desconcierto,
con creativos y cada vez más
impresionantes trucos,
juegos de mano
y artificios narrativos que adormecen.
En un sutil vuelo a ras de
cabezas
explora la vulnerabilidad mancomunada.
Desafía expectativas y
decepciones
con la destreza y astucia que
posee
para engañar y hacer
desaparecer
ilusiones y esperanzas.
Ante lo abordado y acontecido
comienza el espectáculo,
atravesando a toda carrera sin
notoriedad
la flaca cuerda floja de la
razón.
Promete maravillas
pero solo deja desconcierto,
vacío y tristeza en el preciso
momento
de bajar el telón.
Transforma el serio escenario
en un enlonado espacio circense
con cuerdas de trapecio,
bambalinas, payasos pintarrajados,
monos con cargos de
malabaristas
y una rueda de bufones
bien vestidos y agarrados de
las manos
danzando alrededor del
ilusionista.
Seguirá por siempre,
año tras año en ese
fascinante escamoteo
en el mundo del mágico espectáculo;
detrás quedará la historia
de cada uno de esos nocivos políticos
de circo
y sus secretos escondidos en
cada número.
26-01-2025
Corrector de estilo:
Elizabeth Sánchez.
Hermano querido hoy si te he entendido claramente. Los políticos de turno roban y saquean al país a la vista del mundo, pero por arte de magia siempre ganan ellos. Que triste.
ResponderEliminarmuy bueno, primero imagine a miley y despues todos los politicos fueron encajando en el personaje.
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