Por Humberto Frontado
Los últimos suspiros
de una lisonjera samba
se han marchado contigo.
El repique de tu tambor
quedó estampado
en los latidos
de mi corazón.
Sólo hagamos silencio,
no valen palabras frívolas
que no dicen nada,
te escucho,
cántame algo.
No sé si lo supiste,
pero lloré
cuando vos te fuiste.
No sé quién es más fuerte:
la tarde que se hace triste
o yo que insisto en no olvidarte.
Esa tu samba
ha vivido conmigo
y es parte de mi soledad.
En algún recóndito lugar
donde el río
se secó para callar,
supiste inspirar
heroicos gritos de lucha
investidos de Asurduy.
Te apuraron los momentos,
sólo has quedado
en un apacible sueño
donde te admiramos;
donde irradias por siempre
esa necesaria
esperanza de amor y libertad.
Tu voz retumbará siempre
en nuestros corazones,
lloraremos en ti,
en tus canciones
con perpetuo
fundamento y vigencia.
Nacistes de un compromiso
con tu tierra Tucumana
llena de verdes cañaverales.
Te acompañan eternas sendas
seguidas por la tenue luz
de una luna triste.
Tus ariscas canciones
llevaron incisivos mensajes,
se convirtieron
en molestos remolinos;
sacudieron el polvo
e incomodaron
a inoportunos huéspedes
del rosado palacio.
Sólo le pido a Dios
que nunca muera
tu inmenso legado
de gran cantora.
Nos entregaste tu corazón,
aún atizas el fuego
en nuestros heridos pechos.
11-11-2023
Corrector de estilo: Elizabeth Sánchez
Hermoso mensaje hermano querido. Que no se apague su voz, porque muere la esperanza.
ResponderEliminarMe gustó mucho. Y es cierto, aunque no fui fans, si me gustaron muchas de sus canciones de amor y protesta.
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