Por Humberto Frontado
Esta es la curiosa historia de un
famoso y escurridizo hombre que ha puesto al descubierto verdades no tan
verdades y mentiras no tan mentiras. Hasta este momento nadie sabe su verdadera
identidad, sólo se ha identificado con un simple y escueto Karl; no tan icónico
como el del famoso psicólogo analítico que lo había heredado de su abuelo
paterno y hacía resaltar cuando quería precisar su punto de vista.
A este personaje y su seudónimo, realmente
impermeable, lo arropa un manto tan misterioso como el del japones Satoshi
Nakamoto y los creadores del bitcoin. Karl se dió a conocer en el ambiente político
cuando se atrevió a develar y hacer pública toda la trama que se había orquestado
usando las redes sociales como instrumento de divulgación durante
la campaña de Trump. Karl había hecho también anteriores pariciones tímidas
durante el proceso de declaraciones falsas durante el gobierno de W. Bush y las
amenazas sobre las intenciones de Irak, pero no le hicieron mucho caso y se
disipó en el tumulto.
Las personas que se han encargado de
desentrañar la vida y raíces de este escabroso justiciero han encontrado
información que lo asocian a la industria petrolera. En una información que divulgó
escrita detalló sobre su complejo entramado para detectar los mensajes falsos. Habló
de las bondades de la filosofía y tecnología usada por Schlumberger en la perforación
de pozos, conocida como “No Drilling Surprises” (NDS), donde se establece todo un
amplio esquema de información que se proyecta continuamente como un diagnóstico
avanzado de la perforación y permite anteponerse a posibles problemas. Además de
detectar a tiempo los inconvenientes, ofrece un abanico de opciones para contrarrestarlos,
autoalimentándose con la experiencia.
En ese documento compartió también su
definición muy cercana, por cierto, a la expresada por Axel Gelfert sobre las
noticias falsas como "una presentación
deliberada de noticias falseadas de poca precisión por el diseño". Él hace
hincapié en el diseño porque dice que allí está la intención y planificación sistemática
de los componentes de las fuentes y canales a través de los cuales se escurren los
mensajes. Es precisamente en el diseño y sus aristas en las cuales se basa el
algoritmo de Karl para detectar las fake news. Ha sido enfático en alertar y no ser muy asertivo
o esperanzador de los vaticinios de Bill Gate, quien dice que está a la vuelta
de la esquina el día en que la red indexará y verificará hechos y reputaciones.
Comentó que las noticias falsas, al igual que los virus, se han mantenido en el
tiempo porque han aprovechado la vaga intención que les hemos dedicado a su
exterminio; es por eso que han mutado en entes autónomos que se defienden y
evitan cualquier acción que trate de combatirlas.
Confiesa que ha estado trabajando
sin cansancio para encontrar un sistema 100% válido que detecte cualquier información
que salga al medio comunicacional. El valor de la actualización es fundamental.
El triunfo estará en anteponerse a la información falsa con un algoritmo que
será un complejo desafío técnico y económico.
Ampliando un poco más lo que significa NDS, encontramos
que es toda una metodología utilizada para minimizar la incertidumbre que
envuelve la perforación de pozos de alto riesgo de inestabilidad; causante de
costosos incidentes que puede conllevar la pérdida total del pozo. Al igual que
su modelo para la detección de falsas noticias, determina los focos de información
susceptibles a falseo; el algoritmo se centrará en el manejo de datos capaz de
captarlo, adicional al trabajo en equipo ubicado en todos los países.
No cabe dudas que el tal Karl ha
asociado su sistema universal de la caza de falsas noticias con los
procedimientos y tecnologías desarrolladas en la perforación de pozos. El diseño
de su software de detección como él lo nombra, a diferencia de otros de su gama,
no se enfoca en un sólo ambiente ya sea político o de espectáculo; el de él
admite múltiples campos. Así, le permite aprovechar los datos y las lecciones
aprendidas de anteriores casos de fake news para mejorar la eficiencia de su
sistema y poder identificar peligros potenciales. Bajo este enfoque de mejora
continua en su propuesta amplía exponencialmente la acción en la mitigación del
riesgo, ya que se autoalimenta con cada una de las apariciones de las fake
news. Será una atalaya de luz disipadora que detectará instantáneamente la
aparición de la falsedad, ubicándola en su campo específico y mutilándola a
partir de una gran variedad de parámetros de entrada y a través de dominios
cruzados en tiempo real.
La fama de Karl en los medios de
comunicación digital lo convirtieron en alguien apetecible en las redes
sociales, sobre todo con los que quieren compartir los mismos enfoques de anti fake
news; de allí que buscó la participación en Facebook, Instagram, Twitter y un
extenso etcétera. En el caso específico de Whats Up fue invitado a más de dos
mil grupos que deseaban desembarazarse de los benditos falsos mensajes. Transcurrida
una semana el popular Karl fue nombrado “Persona non grata" en más de tres
cuartos de los grupos al que pertenecía, debido a que constantemente él y su
equipo de cazadores detectaban información falsa en los chats. Su misión era
hacer constantes reclamos sin mediar voluntades. Los administradores de los grupos,
muy "polite" le dieron de alta, ya que exageraba al máximo la
vigilancia sobre lo que se emitía. Según él, más del 90% de los mensajes que se
trasmitían en los chats era información sin fuente confiable; además de los reenvíos,
que generalmente llevan a manera de sátira o parodia mensajes sin sustento moral.
Comentó tristemente que el cuarto restante de los grupos constituidos por aparentes
compañeros de trabajo, científicos, letrados y profesores que están de acuerdo
con el infalible cazador, así no tengan nada de qué hablar o reenviar en el
chat.
18-09-2022
Corrector de estilo: Elizabeth
Sánchez
Nota: Cualquier parecido con
el nombre, el carácter o la historia de cualquier persona es pura coincidencia
y no intencional.
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