Por Humberto Frontado
El hidalgo Maslow
estableció antaño
una quijotesca armadura
con cinco componentes
de permanente presencia,
necesarias para luchar
contra todos esos monstruos
que debes enfrentar.
En tu arduo camino
irán apareciendo
monumentales molinos malignos
escudándose con la oscura
incertidumbre,
exigiendo día a día
la piramidal estructura
establecida.
Caballero andante,
en tu diario actuar
surgirán intempestivos
y necesarios arquetipos
sociales
de casi obligada autoestima
y realización;
resguardados por una vana
seguridad y fisiología.
Molinos de briosas tempestades
han ido moldeando tus caracteres,
cada enfrentamiento
va nutriendo sentidos y
razones en el actuar.
La vieja pirámide
se ha hecho más puntiaguda.
Se han insertado escalones
de modernos integrantes
en el quehacer diario,
mediante el crudo e inhóspito
paisaje artificial, tecnológico
y comunicacional.
En un fortuito encuentro
atravesaste con tu filosa
lanza
una golosa necesidad de
curiosidad,
comprensión;
un ferviente deseo de
aprender,
explorar nuevos y lejanos
caminos de problemas.
Buscaste cubrir
tus necesidades de
equilibrio
en una dulcinea belleza casi
imperceptible.
Experiencia del sublime
encuentro estético
del inacabado arte.
Afanoso montaste tu brioso Rocinante,
junto a tu fiel e imaginario
escudero
buscarás trascendencia en el
tiempo;
mirarás el cielo ungido de
una rara fe
con necesidad espiritual, más
universal.
En tu galopar andante
sobre la accidentada
planicie
de contexto cultural
relacionado,
comprendiste la sutil
necesidad
de entender la comunidad de
batalla.
Cansado en un lugar
de tu Mancha existencial,
dando pasos casi arrastrados,
levantas la pesada espada
con la última fuerza que te
queda
para partir en dos la duda
de huir
o enfrentar la feroz bestia artificial
que viene con la boca
abierta,
enseñando los afilados
colmillos
digitalizados y tecnológicos
que amenaza tragarte
en una sola dentellada.
09-02-2025
Corrector de estilo:
Elizabeth Sánchez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario