Por Humberto Frontado
Tiempo baldío,
tiempo de nadie,
enmontado de olvido;
tiempo de nadie,
saturado de secas sombras,
impregnado de huellas
de árida presencia.
Tiempo baldío,
cercado con infecundos
fragmentos de un pasado inútil,
sin resistencia alguna.
Cercado con ausencias
de remotos recuerdos.
Tiempo baldío,
donde todos nos sentimos
con derecho de verter en él
sueños sin reparo;
sueños estériles
con ausencia de brillo.
Tiempo baldío,
recinto donde se incineran soledades
que han quedado varadas
en una intención
que se colmó
de esperanzas clandestinas.
Tiempo
baldío,
expuesto a la vaguedad y bajezas
de impíos que lo transitan libres;
buscando refugio perecedero
entre retamas de olvidos.
Tiempo baldío,
de posesión incierta,
preñado de fútiles herederos
que reposan
en una opacidad tenebrosa;
vacío de pasiones,
vacío de propósito de reclamo,
sólo acechando la muerte.
29-07-2023
No hay comentarios:
Publicar un comentario